.....

domingo, 15 de abril de 2012

Ritmo: el principio hermético


Entre las lejanas Grecia y Egipto, en épocas de su esplendor dinástico y contemporáneo de Abraham, hubo un hombre “tres veces grande” al que se le conoció por Hermes. Hermes Trismegisto.

Maestro fundador de la filosofía hermética, sus enseñanzas se recogieron en “El Kybalion” en forma de máximas o principios fundamentales. Cada uno de los siete principios en que se resume la doctrina hermética parece ser como una semilla-idea que, para quien esté dispuesto a recibir, le florezca en su interior el secreto, el significado oculto, el dominio de las fuerzas mentales, su transmutación ...

Salvando el hermetismo de esta filosofía; a pesar que durante siglos sus axiomas fueron celosamente guardados; los enunciados del Kybalion han llegado a los discípulos capaces de comprender, haciendo cumplir así el principio de causa y efecto, de atracción entre labios de sabiduría y oídos preparados para recibirla.

Pues bien, para quienes puedan ser receptores del mensaje, dejo aquí como muestra el Principio del Ritmo:


“Todo fluye y refluye, todo asciende y desciende; la oscilación pendular se manifiesta en todas las cosas; la medida del movimiento hacia la derecha es la misma que el de la oscilación hacia la izquierda; el Ritmo es la compensación.”




Su profunda comprensión puede arrojar mucha luz sobre problemas difíciles y oscuros. Pero como se trata de una enseñanza hermética, aquí dejo la semilla-idea. Que ésta germine depende de cómo la cuide cada uno.

.