Esto del cambio de hora me da que pensar.
Parece lógico que las civilizaciones antiguas ajustasen su horario de actividad a las horas de luz solar de una manera natural. Como las gallinas. Hasta he leído que en Roma se dividía en doce “horas” iguales el tiempo entre el amanecer y el crepúsculo, de modo que habían horas cortas en invierno y largas horas de calor en las canículas. Curioso, pero con cierto sentido común.
Parece lógico que las civilizaciones antiguas ajustasen su horario de actividad a las horas de luz solar de una manera natural. Como las gallinas. Hasta he leído que en Roma se dividía en doce “horas” iguales el tiempo entre el amanecer y el crepúsculo, de modo que habían horas cortas en invierno y largas horas de calor en las canículas. Curioso, pero con cierto sentido común.
Tras la llegada de los primeros relojes mecánicos, alrededor del siglo XV, se empezó a regular el tiempo por horas de igual duración. Los campanarios proclamaban el paso del tiempo al pueblo entero, arrebatando el liderazgo que hasta entonces tenía el astro rey. Entonces, los toques de campana marcaban el ritmo de la vida, cada vez un poco más ajenos al ciclo solar. Y el uso de velas suplía la vida despierta en horas nocturnas, aunque, en determinadas épocas de verano, ocurría que ya era de día alguna hora en la que todavía gran parte de la población dormía.
Así fue como, por fechas próximas a la revolución francesa, el sentido común hizo que Benjamín Franklin escribiera una carta al Le Journal de Paris proponiendo adelantar una hora los relojes durante el verano, para ahorrar en velas. Bueno, hasta aquí de acuerdo. Además, junto con otros seguidores de la idea, se sumaron otras ventajas de menor índole económica, más bien de orden deportivo y social. No obstante, esta propuesta no se aplicó.
Y la idea se retomó de manera generalizada en países desarrollados a partir del 1974, y hasta la actualidad estamos moviendo todos los relojes –mecánicos y biológicos- dos veces por año. Pero ahora continúan diciendo que la medida se aplica por el tema del ahorro energético y, francamente, me cuesta entenderlo. Más cuando aprecio mayor peso en el plato de la balanza donde se pone los efectos en las alteraciones del sueño, las dificultades de gestión y adaptación al cambio horario, el acordarte y modificar relojes…
Ahora, el consumo energético global es bastante igual en la primera hora antes del amanecer que en la primera hora después del anochecer como para, creo, mantenerse en esta opción. No hay velas que ahorrar. Las calles tienen las mismas horas de iluminación porque funcionan con relojes astrológicos basados en el ciclo solar, los grandes consumos energéticos del hogar (nevera, lavadora, cocina, etc.) son independientes de este cambio de hora,… ¿Dónde puede estar el ahorro, pues?
Pues tal vez la idea del cambio horario se focalizó en los años setenta, en plena crisis del petróleo, en que gran parte de la población, durante las primeras horas de la mañana se encontraba ya activa en el lugar de trabajo o en la escuela. Si en esos puntos ya era de día se ahorraba allí energía, aunque era a costa de que por la tarde oscureciera antes. Pero por la tarde gran parte de la población ya estaba en su casa, por lo que el consumo energético era entonces a cargo del particular. ¡Bingo! El ahorro energético era cierto, tal vez, pero era ahorro para unos y trasladando gasto al ámbito particular. El sentido común pasó a tener sentido perverso...
Actualmente lo del ahorro energético en las empresas y escuelas se aplica bajo otros vectores. Bombillas de bajo consumo, aislamientos térmicos, energía solar... pero poco hay de luces apagadas en horas diurnas. No cumplirían con los parámetros de iluminación marcados por la legislación hecha a favor de la prevención de riesgos laborales.
Encuentro con todo ello, que esto del cambio horario merece un replanteamiento. Una revisión del porqué, de sus ventajas e inconvenientes, y de si procede todavía a los gobiernos mantener distraído al vulgo con esta pantomima.
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8 comentarios:
Estaba dispuesto a rebatir esta interesante opinión, cuando Mongui ( más racional que algunos racionales) me pide su salida "biológica" a la misma hora de ayer.
Entonces te he comprendido a tí y a nuestro amigo Antonio Fornieles. Así que para que no me afecte la pantomima del reloj político al biólogico, seguiré levantándome a la misma hora de siempre, y para que no me afecte la crisis energética, seguiré poniendo al coche 30 euros de gasolina. ¡ Como siempre¡.
Es importante que todos tengamos puntos de vista diferentes, sin embargo esto no significa que si creen que no hay ningun problema se debe de seguir haciendo lo mismo, entren aqui y sepan como ayudar: www.unaesperanzanueva.blogspot.com
Personalmente creo que las razones alegadas para cambiar la hora dos veces al año hoy en día carecen de razón y causan más perjuicio que beneficio. Pongo en duda que se ahorre energía. Lo que si estoy seguro es que obliga a una readaptación de nuestros ritmos vitales que puede durar algunos días en algunas personas. Aparentemente una hora no es gran cosa pero implica modificar muchas de nuestras actividades principales y vitales como son las de alimentarnos y las de descanso.
Lo del cambio de hora es algo tan absurdo y fuera de lugar que el sentido común te alerta de que algún beneficio para el bolsillo de ELLOS hay, y por descontado a costa del NUESTRO bolsillo.
Mientras discutimos del cambio de hora nadie discute del cambio de gobierno.El reloj no hace pactos ni redecora su coche oficial, es un pequeño tirano. El hombre es una animal de costumbres (la mujer tiene otras costumbres y no es tan animal) y en tocando a los sueños, a la siesta y a las monchetas, pronto levanta la voz (que por lo menos a ciertas edadades queda ese consuelo) y pide sin disimulo que al que inventó lo del cambio le metan el reloj por el ... Con el cambio he perdido el sueño y la memoria.
Rolex D'Oro
Creía que encontraría alguien que me explicaría los beneficios del cambio de hora.
Sin embargo, veo que todas vuestras opiniones y aportaciones se suman a la opinión de que el cambio de hora es más bien una estratégia para tenernos a todos distraídos como tontos cambiando la hora a todos los relojes. Que, por cierto, cuántos relojes!
Saludos.
Me adhiero a la propuesta de Rolex d'Oro, solicito que al promotor de lo del cambio de hora le metan el reloj por el... eso.
Saludines
Tenéis toda la razón sobre las desventanjas del cambio horario. ¡Y yo soy el ejemplo vivo!: Con el cambio de hora, he llegado un mes y pico tarde a esta noticia.
¿Ahora que puñetas opino sobre la hora?
Salud y fraternidad.
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