.....

domingo, 22 de diciembre de 2013

Solsticio de invierno: el Nacimiento del Sol


Desde la antigüedad el hombre ha celebrado el solsticio de invierno como un “nacimiento de vida” en la tierra. La identificación de esta fecha en la que el día solar está en la mínima expresión y “renace” el ciclo para dar vida en la tierra a través de su creciente fuerza se catalizó en la antigüedad haciendo que, en numerosas religiones, nacieran en esta fecha dioses e hijos de dioses.

La festividad asociada al renacer de la fuerza del Sol, al nacimiento de Mitra, Khrisna, Osiris, Horis, Dionisos, Jesús o el estado de tristeza absoluta de Ceres genera en la humanidad la esperanza que, de nuevo, el Sol, la vida, el agua, den nueva fuerza a la naturaleza, a la tierra, y broten nuevas cosechas que nos den prosperidad.




Más allá del espíritu navideño que nos impregna a todos en estas fechas de sentimientos de amor y de buenos deseos; más allá de la oportunidad de alimentar nuestros espíritus - y nuestros cuerpos- bajo las celebraciones de la “religión” que cada uno profese; más allá del nombre que lo etiquetemos, ya sea Solsticio, Navidad o Año Nuevo; opino que estas fechas nos ofrecen la ocasión de reconocer el lazo ancestral que une a cada uno de nosotros con la tierra y con toda la humanidad.

Así pues:

Que el Sol brille de nuevo con fuerza 
y dé vida a la tierra con fértiles cosechas!


Expresión que podría traducirse en...

Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!